Felipa Nery
La impunidad, sigue siendo la causa de que se originen feminicidios, que quizá se pudieron haber evitado, si la autoridad hubiese actuado con la debida diligencia, como lo demuestra lo que ha dicho ahora la madre de la niña Fátima, que después de conocer de la desaparición de su hija de la escuela, acudió inmediatamente al Ministerio Público para solicitar su búsqueda, pero le dijeron que tenía que esperar tres días para que emitieran la alerta Amber, pero también la irresponsabilidad del director de la escuela, que sacó a la niña a la calle antes de que llegara un familiar a buscarla, y no entregarla a una autoridad, como establece el protocolo de entrega de los niños al salir de clases y en caso de que sus padres o tutores se retrasen en irlos a buscar. Ahora las autoridades mismas han dado información, sobre la situación mental de la madre, que tenía problemas psicológicos, que estaba en tratamiento, por lo que no cuidaba debidamente a su hija, caso del que también conoce el DIF. Pero cómo no va a estar enferma esta mujer, si ahora se sabe que hace unos cuatro años, su hermana y su cuñado habrían sido asesinados y lo peor, que quien los privó de la vida, está en libertad, y que podría ser el mismo que ahora asesinó a su hija, porque en cuatro años, esta mujer ha exigido justicia a las autoridades, para castigar al asesino, o asesinos de su hermana. La madre de Fátima responsabiliza del asesinato de su pequeña, a su ex cuñado, porque dice que al igual que a su hermana le pintaron las uñas después de asesinarla, lo mismo hicieron ahora con su niña. Si se juzgará y castigara tanto a ese ministerio público que no procedió a emitir de forma inmediata la Alerta, para la búsqueda de esta pequeñita, considerando que hoy todo menor de edad que está en la calle sin un familiar que lo proteja, está en grave riesgo, porque en nuestro país, vivimos una grave descomposición social en la sociedad, a causa de los problemas del alto consumo de drogas entre la población y si a esto le agregamos, que hay personas que por los problemas que han tenido con adultos, buscan vengarse con los niños, peor tantito; pero también al director de la escuela que teniendo un protocolo que debió seguir para prevenir cualquier problema relacionado con la seguridad de los niños, cuando sus padres no se presentan de forma puntual a recogerlos en la escuela, no lo cumplió, y sacó a la niña a la calle. Si la desaparición de una mujer mayor de edad, debe buscarse con diligencia, la búsqueda de una niña o niño, debe ser mucho más rigurosa, más inmediata, por parte de las autoridades. La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conocida como “Campo Algodonero”, ha dado desde el 2009, luces al Estado Mexicano, para adoptar acciones preventivas para salvaguardar la integridad de mujeres y niñas en el país. Han pasado más de 10 años, y seguimos en la misma y en una peor situación de violencia y feminicidios, ante la ignorancia de quienes están al frente de las instituciones que deberían adoptar las acciones en esa sentencia se mandatada.
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