José Martínez
La sinergia entre Claudia Sheinbaum Pardo y los tabasqueños se da en una forma espontánea. Un encuentro fraterno, cordial, amigable. La atmósfera entre la virtual sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador y el pueblo se va llenando de una cotidianeidad positiva donde hay libertad y confianza.
Esto lo podemos constatar las veces que Sheinbaum Pardo visitó Tabasco y seguramente la calidez entre la morenista y los chocos se volverá parte de una relación que va más allá del quehacer político, ya que la impresión que la gente tiene de ella es de sencillez y entrega auténtica, inédita en un personaje, cuyo protagonismo se convierte en una pieza fundamental para nuestro país.
Hablamos de impresiones y una de ellas es la naturalidad con la cual la coordinadora de la defensa de la cuarta transformación camina entre los ciudadanos, sin guardaespaldas del Estado Mayor Presidencial, como se acostumbraba en los desgastados regímenes del pasado reciente, sin aspavientos, sin el espectáculo que intenta llamar la atención del público para ganar popularidad.
Es difícil encontrar un perfil político de esta catadura, pues los políticos tradicionales nos tenían acostumbrados a la ortodoxia que significa una barrera, un alejamiento o una gran brecha entre el personaje y el pueblo al que había que rendirle tributo y alejarse a la vez por la investidura que representa. Ocurre hasta con los aspirantes a diputados ya alcaldes. En el caso de la Dra. Claudia Sheinbaum es diferente.
Ella posee una amabilidad y sencillez naturales que el ciudadano percibe incluso en su semblante, valores que la identifican y la diferencian del tradicionalismo rimbombante de la mayoría de los políticos mexicanos. Sin duda los mexicanos no nos equivocamos cuando percibimos un personaje a quien la preparación académica y su relevancia científica o social no le quita una naturalidad que rara vez distinguimos en el escenario político y del servicio público en México.
Alejada de la ostentosidad y la estridencia acostumbrada por la clase política Claudia Sheinbaum se mueve con soltura, algo fuera de lo común que pareciera no aportar a su capital político y no obstante, la gente se suma a medida que la conoce y la identifica como la candidata de la izquierda a la Presidencia de la República el próximo año.
Esta es la impresión que Sheinbaum Pardo ha dejado a los tabasqueños en su reciente visita a los municipios de Cárdenas y Nacajuca, donde a pesar de la lluvia, la convocante fue recibida con entusiasmo y franqueza con diferentes manifestaciones de apoyo y simpatía a su favor. Ella a su vez refrendó el compromiso de no abandonar al sureste y continuar con el desarrollo que la cuarta transformación ha traído a Tabasco.
Es un aire fresco en la política. Seguramente seguirá así.
HABERES
Ahora resulta que Evaristo Hernández es un referente del movimiento morenista, eso lo dijo Tey Mollinedo, dirigente local. Vaya que a veces se tiene una mira muy corta, como en este caso. Evaristo, lo más probable, es que esté a prueba, porque como se sabe, no es un político confiable. Ya tuvo varias oportunidades y la gente lo sabe.
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