El botín, lo más importante

Por: Felipa Nery

A causa de la indiscriminada explotación petrolera que ha vivido Tabasco en los últimos 30 años, hoy vivimos una severa crisis económica, de inseguridad, desempleo, contaminación, baja productividad en el campo, prostitución,  pereza, pobreza extrema; la gente dejó de producir el campo, las tierras se contaminaron, todos aspiraron a ir a trabajar a PEMEX, ganaron dinero y lo derrocharon, no pensaron en el futuro y las consecuencias las tenemos hoy cuando esta industria está en crisis, miles han sido despedidos y hoy están de brazos cruzados, no saben qué hacer; los gobiernos recibieron millones de pesos, de los cuales la mayor parte de llevaron los funcionarios a sus bolsas personales y han asegurado el futuro de todas sus generaciones de descendientes, solo unos cuantos millones invirtieron en infraestructura que no se compara ni mínimamente con los estados más desarrollados del país; la industria petrolera nos trajo todas las plagas, la corrupción, el abandono del campo y además, la industria de la reclamación de campesinos y pescadores. No obstante que los gobiernos anteriores no aprendieron de los errores que cometieron sus antecesores, los actuales siguen actuando de la misma manera, sin pensar en el bienestar de la población y en la protección de nuestra tierra, nuestro entorno, el medio ambiente. El Comité de Derechos Humanos de Tabasco que encabeza Leonor Ramírez Bautista, denunció que el Ayuntamiento de Centro cambió el uso de suelo de unas 100 mil hectáreas de terreno, que antes eran para uso ecológico y ahora serán para uso industrial, mismas que a decir de la presidenta de esta organización que levanta la voz por los derechos humanos, estas tierras se encuentran entre el puente de Los Monos y la ranchería Plátano y Cacao, en donde más de cien mil habitantes de todos estos alrededores resultarán afectados con los “cementerios tóxicos”, pero el argumento es que se generará una mayor recaudación de impuestos y que esas tierras alentarán la inversión nacional y extranjera. Las autoridades siguen tomando decisiones en las que demuestran el poco respeto a nuestra naturaleza, que miles de personas que habitan en esa zona y sufran las consecuencias de llegar a padecer enfermedades de cáncer, leucemia, enfermedades respiratorias, entre otras, eso, es lo de menos para ellos. No tienen la capacidad de dimensionar que la industria petrolera nos ha traído mayores males, que bienestar. A diario conocemos de algún niño o persona adulta que padece de una enfermedad de cáncer y que carecen de los recursos económicos para enfrentarla; los hospitales públicos son insuficientes para dar la atención digna a los pacientes, que estén en camas cómodas, con los tratamientos necesarios, así como los medicamentes, la gente tiene que mendingar para conseguir la atención y las medicinas; no obstante la crítica situación que padecemos en el sector salud, muchas de estas a causa de la industria petrolera y el deterioro de la salud por la falta de educación alimentaria, nuestras autoridades no hacen nada por enmendar los errores cometidos y continúan caminando hacia la misma senda del abismo. Las autoridades sólo piensan en el momento que les toca estar en la función pública, y no piensan en el futuro que le espera a la población.