Falta lo primordial

POR: Felipa Nery

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sesiona esta semana en México y su presidente Francisco José Eguiguren Praeli, al iniciar los trabajos, se refirió a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala Guerrero, de los que si bien reconoció que hay avances en la investigación, refirió que faltan dos puntos importantes: que se tengan noticias de su paradero y la sanción ejemplar a los responsables del crimen; hay que recordar que después de que ocurrió la desaparición de los estudiantes la noche-madrugada del 26 y 27 de septiembre del 2014, el mismo gobierno mexicano solicitó a la Comisión Interamericana su intervención a través de una comisión especial, para que vinieran a investigar los hechos; la CIDH correspondió enviando una comisión interdisciplinaria que se encargó de investigar los hecho, previo acuerdo con el gobierno mexicano que se responsabilizó de los gastos y como ustedes recordarán, el gobierno no aceptó las conclusiones de las investigaciones de esa comisión y casi echan a patadas del país a sus integrantes y hasta iniciaron investigación en la PGR, al entonces presidente de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, a quien acusaban de haber hecho mal uso de los recursos que le habían entregado a la CIDH, sin embargo, sólo  se trataba de una treta para tratar de desacreditar el trabajo que habían realizado los expertos, quienes no coincidían con las conclusiones de las investigaciones de la Procuraduría General de la República, en torno a la desaparición de los jóvenes, porque la PGR, concluía que los jóvenes habían sido quemados en el basurero de Cocula y la comisión estableció que no existían evidencias que sostuvieran esa hipótesis. Van ya casi tres años de la desaparición de esos jóvenes y la PGR sólo pudo demostrar evidencias de restos de uno sólo de los 43 jóvenes supuestamente asesinados, de los demás no pudieron hallar muestras de ADN, porque supuestamente habían sido completamente calcinados. Por eso es que al día de hoy la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluye, que si bien hay avances en las investigaciones, también falta lo más importante: conocer la verdad histórica de estos hechos, saber dónde están los restos de los otros 42 jóvenes y castigar a los responsables de este crimen de Estado, en el que se ha demostrado la participación de la policía de Iguala, quien fue quien los detuvo y supuestamente los había entregado a un grupo de delincuentes que se encargó de desaparecerlos. Quizá una pieza clave para conocer esa verdad histórica por la que se pronuncia la CIDH sería el testimonio de los elementos del ejército mexicano, que según los expertos que se encargaron de las investigaciones presenciaron la detención de los normalistas, pero que a pesar de que la CIDH solicitó entrevistar a los elementos del destacamento que esa noche estaban en el lugar, en ningún momento el Secretario de la Defensa Nacional permitió que fueran interrogados.  El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirma que el gobierno está comprometido con el respeto a los derechos humanos, sólo que ese es sólo el discurso, porque la realidad, todos la conocemos, que en México no hay respeto a los derechos humanos.