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La política es cosa seria y no negocio familiar

La política es cosa seria y no negocio familiar

José Martínez

En estos días alguien dijo que dentro de poco vendrían nuevas generaciones de políticos, y serían las que despuntarían, con el fin de darle forma a los partidos, que tanto hace falta.

Recordemos cómo el PRI en su momento gustaba de formar cuadros. Se llevaba a jóvenes serios y comprometidos a los debates, mesas de análisis, concursos de oratoria, y esas acciones creaban políticos con un bagaje de un alto contenido, y quienes lo tomaban sabían que había una oportunidad para estar en el gabinete o en el congreso de estado.

También había esquemas de capacitación técnica y profesional, “porque alguien tiene que trabajar” se decía en roma y en serio.

Valía la pena aquella época, porque cientos de jóvenes tenían el sueño de participar en la política. Lo mismo pasaba en el PAN, porque para ser militante de ese partido, ellos tenían que estudiar muy bien el contexto y la doctrina panista. Era un partido de cuadros: primero simpatizantes, luego adherentes y finalmente militantes.

Y no sólo eso, los jóvenes hacían la talacha política, iban a las comunidades a repartir medicamentos, apoyaban en la organización de asambleas; eran los encargados de colocar las lonas, de invitar a la gente, de vocear, eran los que pintaban las bardas, repartían playeras, escribían a mano listas y listas de militantes, porque no había una computadora. Venían desde abajo, para luego ver si eran aptos a una regiduría, diputación o un puesto en el gobierno.

En estos tiempos se olvidó ese trabajo y tal aprendizaje, y cualquiera puede postularse a un cargo de elección popular.

Podemos apostar que en Morena no se quiere eso. O por lo menos quienes creen en el proyecto de verdadera transformación del país. Conocemos a varios jóvenes que se apuntaron en la legislatura pasada, y fuimos testigos que anduvieron casa por casa haciendo proselitismo a favor de Andrés Manuel López Obrador.

Se notó el compromiso, pero ahora vemos que buscan estar en el Congreso personas amparadas en un apellido o en supuesto padrinazgo. No falta decir nombres. La población los conoce y veremos si las encuestas sirven realmente para evitar que se enquisten el nepotismo, el arribismo y el oportunismo. Inclusive de quienes combatieron a López Obrador y que en la tertulia familiar sólo esperan que termine su sexenio porque siguen sin aceptar que el pueblo es sabio y que merece justicia.

 

HABERES

 

El anuncio de que antes de que concluya la actual administración de Narciso Oropeza en la Secretaría de Movilidad serán entregados más de 600 permisos con el cobijo de “transporte público individual en la modalidad de compartido y especial por arrendamiento a través de la plataforma tecnológica”, no dejó de sorprender a los círculos cercanos a Javier May. Porque nos dicen que es como una entrega masiva de concesiones de otra modalidad de taxis a un esquema de monopolio contra los que se ha pronunciado el presidente López Obrador. El mandatario federal dijo el 15 de junio a propósito de los alimentos pero aplicable a toda la actividad privada de servicios y productos básicos: “tenemos que  buscar la manera de democratizar la actividad productiva” y combatir las “asociaciones de élite”. ¿Un desafío?