NO A LA DESAPARICIÓN DE ORGANISMOS AUTÓNOMOS FUNDAMENTALES COMO EL INAI Y EL IFT +QUEDARIAMOS DE NUEVO EN EL OSCURANTISMO DEL DERECHO A LA INFORMACIÓN +¿DÓNDE DARÁN LA INFORMACIÓN A LOS CIUDADANOS DE MANERA TRANPARENTE ?+LAS PENSIONES PODRÍAN ESTAR LA DERIVA EN UN FUTURO NO MUY LEJANO

José Martínez

Hay dos temas dentro de los muchos que trae las iniciativas de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que envió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión para su aprobación y con ello marcar un antes y un después del gobierno de la 4T, que quisiera abordar dado el interés que ha provocado.

El primero es la desaparición de los órganos autónomos como es el caso del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública (INAI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), así como el  Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación.

En los casos concreto de los dos primeros que mencionó creo en lo personal que sería un error que no se puede dimensionar en estos momentos, esto es que a nadie le importará que el presidente desaparezca estos organismos que tienen una función que favorece a la sociedad en general que ha visto como desde el nacimiento, por ejemplo, del INAI, las cosas en materia de transparencia en nuestro país han cambiado.

Que las autoridades, funcionarios, de todas las dependencias tienen ahora el deber de dar a conocer cada una de las acciones que realizan y la justificación del porque se hace. Cuánto dinero se ejerce y sobre todo que lo deben de colocar en sus páginas de transparencia para que cualquier ciudadano que así lo desee, pues conozca de que se trata lo que están haciendo en su estado, su municipio, su calle. Si señores su calle y cuánto se está invirtiendo.

El INAI ha provocado que se transparente la gestión pública mediante la difusión de la información oportuna, verificable, inteligible, relevante e integra, Se favorezca la rendición de cuentas a los ciudadanos, de manera que puedan valorar el desempeño de los sujetos obligados; se regulen  los medios de impugnación que le compete resolver al Instituto; fortalece el escrutinio ciudadano sobre las actividades sustantivas de los sujetos obligados; propicia la participación ciudadana en la toma de decisiones públicas, a fin de contribuir a la consolidación de la democracia, y promueve y fomenta una cultura de transparencia y acceso a la información pública, cosa que antes no existía.

Poco a poco la ciudadanía ha entendido que existe la forma en que los funcionarios públicos, los organismos, cualquier tipo que reciba recursos publicos deben de darlos a conocer, colocarlos en su portal de transparencia, lo presenten en caso de que un ciudadano lo requiera, sin más tramite que realizar una solicitud ante el Portal Nacional de Transparencia.

Desaparecer este organismo significaría un retroceso en la vida política, social y económica del país, primero porque los actores políticos en todas las latitudades volverían a la andanzas de antes, de utilizar los recursos a manos llenas para sus intereses personales y los de su jefe. Pese a lo que dice el mandatario mexicano que ellos son diferentes, la realidad es que son los mismos actores de antes, con todas sus mañas y sus uñas y por lo tanto nada ha cambiado, solo el nombre de la estafeta a la cual responden pero muy por dentro siguen siendo los mismos, pero con las uñas más retorcidas de lo largo que están.

Hoy más que nunca el INAI debe servir para que el presidente tenga un termómetro real de lo que está pasando en el país en todas las dependencias. Y si cree que los sueldos son exagerados, de los grandes funcionarios de esos organismos, pues que reforme la ley en ese sentido, que disminuya los sueldos desde la propia ley orgánica de dichos organismos, pero que no los desaparezca porque entonces está provocando que todos hagan los que quieran y que la oscuridad sea la parte fundamental de la 4T.

Mientras el otro punto es el caso de las pensiones, donde de acuerdo con la reforma se busca fortalecer la pensión mínima garantizada y la pensión universal o no contributiva, que entrega el gobierno federal a unos 11,5 millones de mexicanos mayores de 65 años —hayan cotizado o no— con pagos bimensuales de 6.000 pesos (unos 353 dólares), esto de acuerdo con el especialista Sergio Kurezyn, director de Estudios Económicos de Citibanamex. Quien agrega que hasta el momento no hay una estimación oficial del impacto económico que representará para el gobierno federal la reforma de pensiones, algunos analistas calculan que el fondo de 64.619 millones de pesos (unos 3.800 millones de dólares) que se incluyó en la iniciativa para financiar los ajustes en las jubilaciones sólo podrían cubrir el primer año de aplicación.

Y es en este punto donde viene el cuestionamiento, de dónde sacará, no este gobierno, sino el que sigue, el recurso para poder sostener este nuevo esquema de pensiones que por ello en su momento desapareció, debido a lo que significaba para el futuro inmediato, sostenerlo. Hoy se pretende regresar a ello, que en lo personal no creo que sea una mala idea, por el contrario, el gran problema, es el recurso para los años siguientes. Porque los organismos autónomos, de donde se pretende sacar los recursos, pues solamente una vez se eliminarán ¿y después? ¿Quién cree que pagará los platos rotos? Exactamente, nosotros, el pueblo.

Me preocupa hacia donde van las futuras generaciones, ¿cuál es la seguridad que se les otorga a nuestros hijos, a nuestros nietos? Nosotros, los de 60 para arriba, de una u otra forma ya saltamos el charco, pero ellos. Que destino les espera. Ojalá y las pensiones resulten algo positivo para las futuras generaciones y no la frustración.