var _gaq = _gaq || []; _gaq.push(['_setAccount', 'UA-38838256-1']); _gaq.push(['_trackPageview']); (function() { var ga = document.createElement('script'); ga.type = 'text/javascript'; ga.async = true; ga.src = ('https:' == document.location.protocol ? 'https://ssl' : 'http://www') + '.google-analytics.com/ga.js'; var s = document.getElementsByTagName('script')[0]; s.parentNode.insertBefore(ga, s); })();

Núñez, un productivo trato institucional con Peña

Por: José Martínez

No han faltado voces que quisieran que la relación del gobernador Arturo Núñez con el presidente Enrique Peña Nieto fuera rijosa, de pleito, de confrontación. Estas voces viene de los dos extremos: de un grupo de priistas, que perdieron el poder y que molestan porque el morador de Los Pinos nunca mostró afán de revancha contra la primera administración de la alternancia en Tabasco; pero también desde un pequeño segmento de los lopezobradoristas –no todos-, quienes exigen que se traslade al estado el discurso de descalificación contra “la mafia del poder”.

En el primer caso de quienes se lamentan que Peña no choque con Núñez está por ejemplo Manuel Andrade, quien no tuvo empacho en decir que los delegados federales son “zalameros”. Para el ex gobernador “es cierto, hay que exigirle al Gobierno federal que cumpla con su trabajo, y que apoye; pero es cierto, muchos delegados federales como no saben cómo llegaron a ser delegados, ni tienen compromiso con el partido, ni con el estado, andan de zalameros todo el día detrás del gobernador, y son los ayudantes de los secretarios del gobernador, ninguno de ellos tienen idea de cómo atender, ni desarrollar programas de gobierno”. Después se disculpó, pero el golpe a sus correligionarios ya estaba dado.
Desde la otra trinchera, un pequeño segmento de la dirigencia de Morena está molesto porque el mandatario tabasqueño se asumió como gobernador de todos y representante de Tabasco, encabezando como tal las gestiones en una circunstancia altamente difícil. Pedían a gritos que Núñez rompiera con Peña y que Tabasco se convirtiera en una plaza inexpugnable e intransitable para el gobierno federal. Un caso a destacar es la actitud que ha mantenido Javier May, primer alcalde de Morena, quien sin renegar de su partido pone por delante su mandato como servidor público; por lo menos así ha sido hasta ahora.
Hubo otras voces menores, que también por intereses particulares o por resentimiento, buscaron alentar el choque. Por fortuna y por experiencia, el gobernador tabasqueño no cayó en el juego. Él mismo definió con estilo su posición: frente a la ética de las convicciones –soy yo y lo que pienso-, se sometió a la ética de la responsabilidad –soy lo que represento en la comunidad-, de manera que distinguió de manera muy clara cuál fue su papel como opositor y cuál su compromiso como gobernante.
Los resultados de una actitud mesurada y madura están a la vista, según un reciente recuento periodístico: a pesar de la crisis petrolera y de los recortes presupuestales, el gobierno federal ha incrementado sus inversiones en Tabasco. Una muestra de la alta deferencia que Peña Nieto tiene para el gobernador Núñez fue aquel acto del 4 de mayo de este año cuando se anunció en Villahermosa el Plan Especial de Reactivación para Tabasco y Campeche: el mandatario federal estuvo acompañado de unos 15 secretarios, directores y responsables directos de los programas a ejecutar.
El recuento a que hago referencia líneas arriba es ilustrativo: Sagarpa aplica una inversión de 1,200 millones de pesos para la reconversión industrial y establecimiento de 30 mil hectáreas de palma de aceite; SCT entregará este mes obras por 1,300 millones; Conagua, aplica una inversión de 1,100 millones de pesos; se rehabilitan 568 escuelas públicas y Pemex paga a proveedores 6,032 millones. Y eso no es todo.

 

HABERES

LA DIRIGENCIA del PRD nacional integró un consejo consultivo en el que están los gobernadores surgidos con la bandera de ese partido tendrán la voz en futuras alianzas y candidaturas.