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¡Triunfo agónico!

¡Triunfo agónico!

Puede haber malos días, adversidades, errores, atajadas, injusticias, pero Brasil siempre será Brasil, así de simple, así de sencillo. El cinco veces Campeón del Mundo venció por fin en el Mundial de Rusia 2018 y Costa Rica lo sufrió con marcador de 2-0. 

Brasil jugó mucho con el ahogamiento: en el segundo tiempo ahogó, pero en el primero, se sofocó con sus propias indecisiones. Paulinho tomó la iniciativa pero pareciera que las nubes y la neblina cubrían San Petersburgo en pleno día soleado; el mediocampista del Barcelona cayó víctima de imprecisiones que después contagiaron hasta a un Marcelo, deslucido y extranjero a partir de tres cuartas partes del campo, cuando más le gusta hacer daño al Real Madrid.

Gamboa lideraba una zaga que parecía inmutable y que incluso se dio tiempo de fraguar una jugada que después culminaría en la gran oportunidad centroamericana para abrir el marcador, pero Celso Borges no tuvo la inspiración para hacer historia en aquel momento que significó prácticamente la única llegada del primer tiempo.

Los dirigidos por Tite salieron con una cresta tan gigantesca como Rusia en el segundo tiempo para atacar y, de inmediato, hizo pesar su playera azul pero con ese escudo coronado con cinco estrellas que intimida a cualquiera en el planeta: un travesaño, una salvada y angustia que la “Canarinha” ponía sobre los de CONCACAF. 

Costa Rica aguantó de forma casi milagrosa el gol de los sudamericanos, valiéndose de la suerte, de unas heroicas intervenciones de Keylor Navas, o incluso del VAR, que anuló un penal marcado a Neymar para tumbar por primera vez en el Mundial una decisión del árbitro.