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Un llamado a respetar reglamento; tránsitos, a no extorsionar

Un llamado a respetar reglamento; tránsitos, a no extorsionar

José Martínez

Si tenemos derechos igual existen las obligaciones, o viceversa. Autoridades viales y automovilistas se confrontan con esta situación casi a diario.

No queremos perder, pero tampoco ceder. En ambas partes es difícil retroceder y aceptar que se tiene el error, la culpa.

En el caso de los agentes de tránsito, de forma histórica quedaron catalogados como los funcionarios acostumbrados a romper las reglas. ¿De qué forma? Arreglar una situación vial con dinero.

Las famosas “mordidas” no es una acción solo de Tabasco, se trata de casi todo el país. En algunos casos existen carpetas de investigación contra tránsitos, asociados a esta actividad de pedir módicas cantidades a la mano, que cae en lo que se conoce como actos de corrupción. En segundo término está el maltrato al automovilista.

La actual directora de esta corporación, Julissa Riverol Ochoa, reconoció que es difícil erradicar las “mordidas” cuando hay personas que lo traen arraigado, son muchos años de trabajar de esa forma, y no es tan fácil controlarlo.

La otra cara de la moneda es el conductor. De la misma forma son varias las denuncias que los propios ciudadanos hacen de las personas que no respetan las señales de Tránsito, iniciando con lo más básico: no respetar la luz roja de los semáforos, o estacionarse en lugares prohibidos.

No colocarse el cinturón de seguridad, e ir hablando con el celular mientras conduce, pasa a un segundo término. ¿En qué sentido?, es tomado como parte de la cultura vial de cientos de automovilistas.

Si por un lado falta concientizar a los más de 600 uniformados de la PEC, igual sucede con quien va al volante de un automóvil.

Son como dos encuentros que a la vez no quieren verse. Las malas prácticas son de ambos lados, y si no se da una campaña para concientizarlos el tema seguirá su curso.

Riveroll Ochoa declaró hace unos días que los ciudadanos tienen derecho a recibir una buena atención, pero también deben respetar la ley.

Adelantó que una de las fórmulas es aplicar el reglamento de manera más firme. Es una responsabilidad a la que se tienen que acatar.

Es inaudito que saliendo de Tabasco, caso especial, ir a la ciudad de Mérida, respeten las señales, sepan donde estacionarse bien, no manejan con el celular en mano, usan el cinturón de seguridad y van a la velocidad indicada.

Una realidad que sucede a pocos kilómetros del estado. Entonces sí se podría respetar de manera personal el reglamento.

¿Falta interés? Olvidémonos de la cultura vial, porque es hablar de otro tema. La cuestión es de propiedad. De querer hacerlo, y bien. Tal actitud nos daría el derecho para denunciar cuando en verdad un tránsito quiera levantar una infracción sin cometerla.

Por su parte la corporación debe atender con capacitar en temas de seguridad vial. Aún es tiempo de regresar a las escuelas primarias, secundarias y preparatorias priorizando la educación vial.

Concientizar con empatía, lo que dará como resultado ganar respeto. No se puede continuar con la fórmula de las obligaciones y derechos para demostrar en quién gana, porque al final ambos pierden.

 

HABERES 

Los ambulantes del mercado Pino Suárez quieren todo a favor. Acostumbrados a presionar y sacar ventaja, hay oscuros personajes que lucran con la necesidad de los verdaderos vendedores. Existen momentos para reflexionar y ceder, todo bajo el diálogo. Pero cuando decides ganar todo sin el menor esfuerzo, las cosas se pueden revertir. Ahora van a una prueba de fuerza con Evaristo Hernández.