José Martínez
Uno de los temas más sensibles de la sociedad mexicana desde hace más de una década, cuando inició la guerra contra el crimen organizado, son los niveles de inseguridad que alcanzó nuestro país.
El año 2017 fue declarado como el más violento en los últimos 20 años. Una situación que lastimó no sólo a la sociedad, sino a las propias fuerzas armadas.
El tema fue parte de la agenda de campaña durante el año 2018. Solo uno de los candidatos, el de Morena, no representaba la continuidad de la política de enfrentamiento directo contra la delincuencia, donde la sociedad pagaba los daños colaterales de ambos bandos.
El triunfador de las elecciones federales, Andrés Manuel López Obrador, arrancó durante el periodo de transición una serie de encuentros con los afectados por la violencia y familiares de desaparecidos. Un acto insólito en el continente.
Una de las tareas legislativas emanadas de esas asambleas públicas fue la necesidad de crear un organismo nacional que apoyara a los estados y municipios durante el regreso del Ejército a los cuarteles, y posteriormente seguir coadyuvando en la seguridad de todos los mexicanos. La propuesta consensada fue la Guardia Nacional.
El proceso de integración se tomó como un ejercicio único en nuestro país. El Congreso de la Unión abrió la puerta a todos los involucrados a presentar sus propuestas de lo que debería ser este nuevo cuerpo de seguridad en México. El debate fue encarnizado, argumentativo y a la altura de los nuevos tiempos políticos.
El trabajo legislativo culminó con el decreto de la ley de la Guardia Nacional a finales del mes de mayo. Los preparativos para que la nueva institución empezara a desplegarse en todo el país duraron más de un mes, siendo el pasado domingo cuando en el Campo Marte de la ciudad de México se dio el banderazo de salida a los elementos que se desplegaran por todo el país.
Según lo mencionado por el secretario de Seguridad Nacional Alfonso Durazo, los 52 mil integrantes de la Guardia serán enviados a 150 sitios, los más violentos del país y en el corto plazo se espera llegar a 70 mil efectivos en las 32 entidades.
De forma inicial ya se encuentran en ambas fronteras de nuestro país, también en el interior de los estados y la ciudad de México.
En Tabasco se ha señalado que se desplegaran en los municipios de Cunduacán, Balancán, Paraíso, Cárdenas-Huimanguillo y Centro-Teapa. De forma inicial llegarán a la entidad un total de 350 elementos que trabajarán de forma coordinada con las corporaciones policiacas municipales y estatales.
Las expectativas con la Guardia Nacional son muy altas. El propio presidente de la República ha señalado de forma clara que la seguridad pública es una de las tareas pendientes de su administración y donde la sociedad sigue exigiendo, con todo su derecho, mejores resultados.
Por su parte los integrantes de la Guardia Nacional tienen el reto de demostrar que son un cuerpo de seguridad diferente y comprometido en recuperar la seguridad de los mexicanos, dentro de un marco de respeto a los derechos humanos. La nación se lo reconocerá.
HABERES
A un año del triunfo electoral, y con todo y lluvia, Andrés Manuel López Obrador celebró masivamente el primer aniversario de aquel triunfo histórico en el 2018. El mandatario sabe que tiene muchos compromisos por cumplir, que no es una tarea fácil. La prioridad es el tema de la inseguridad y dejar a México con un buen número en la economía nacional. La austeridad y la no corrupción, banderas que ha ondeado el tabasqueño, pero que muchos aún no lo entienden.
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