José Martínez
Cada vez se acerca más un regreso a clases formal. Cubrir los cinco días de la semana para asistir a las escuelas, sobre todo en los rangos de primaria, secundaria y preparatoria.
Con la pandemia el alumno llevaba sus clases de forma virtual, una acción que dio pocos resultados en favor de la educación. Infinidades de problemas se fueron presentando, a tal grado que el estudiante al final mostró un bajísimo interés.
Ahora que el virus parece que viene a la baja, las autoridades de Educación junto a las de Salud, determinaron que es momento de regresar a las aulas.
La educación debe remontar e ir por ese tiempo perdido, que de por sí en México ya se vivía un atraso de años en comparación con otros países de Europa e incluso de Latinoamérica.
Aparentemente se hizo una escala en el aprendizaje. Los niños y jóvenes se enfrentaron a un fenómeno raro, el cual no supieron enfrentar.
Sucedió lo mismo con padres de familia y docentes, estos últimos con una tarea titánica para adaptarse a las nuevas tecnologías, y crear estrategias de aprendizaje.
Esa combinación creó una atmósfera de no saber hacia dónde dirigirse, sobre todo porque se está acostumbrado a seguir un camino, y cuando se presentan situaciones adversas la mala costumbre de no saber resolver a tiempo nos lleva a fracasos.
En el año 2020 los expertos ya comentaban que el Covid provocaría el retroceso educativo más grande del último siglo. Se dijo que las universidades tendrían que tomar el liderazgo y convocar a una gran mesa educativa. Desde foros, análisis, rutas de urgencia para salir de la problemática, sin embargo, no fue así.
Las escuelas quedaron a su suerte, no sólo en México, sino en diversos países, y éstas no tuvieron la capacidad institucional para arreglar el camino.
En México las madres y padres de familia tuvieron que adentrarse en una auténtica odisea: atender las labores del hogar, su trabajo a distancia –o intentar sobrevivir si lo perdieron– y, al mismo tiempo, orientar a sus hijas e hijos en las clases en línea.
Ahora con el anuncio del regreso a los salones de clases de manera permanente, existe esa posibilidad de poder respirar mejor.
Los alumnos han cambiado sus actitudes y maneras de comportarse, saben que la pandemia no ha terminado y deben cuidarse, porque de lo contrario significa volver a un encierro que en lo general desespera.
Vienen pruebas difíciles, pero entre todos se tienen que superar. No bajar la guardia, sería el llamado.
HABERES
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, sostuvo que las asambleas informativas sobre la reforma eléctrica son privadas, por lo tanto, no provocarán algún tipo de sanción por parte del Instituto Nacional Electoral (INE). A este evento en Tabasco acudió el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien también encabezó actos similares en Campeche y Yucatán el fin de semana.
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