17% menos corrupción

Felipa Nery

En la primera medición en el gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que reporta Transparencia Internacional, los mexicanos perciben que hay menos corrupción, en un 17%, en relación a la última medición del año 2018, del gobierno de Enrique Peña Nieto, que mantuvo una alta percepción de corrupción, según las mediciones de este organismo internacional, los mexicanos que declaran haber pagado sobornos a funcionarios públicos para acceder a servicios pasaron de representar el 51% en 2017 al 34% en 2019. De acuerdo a estos datos, la campaña del Presidente de cero tolerancia a la corrupción, estaría dando sus primeros resultados, después que en el gobierno anterior México se mantuvo en primer lugar de corrupción a nivel latinoamericano, posición de la que no hemos salido, pero ya es un buen paso que en vez de continuar en aumento la percepción de corrupción  haya disminuido en un 17%, porque esta es también una de las causas principales por la que en México ha aumentado la ingobernabilidad, porque desde las cúpulas gubernamentales se dieron las complicidades para el avance de la delincuencia organizada, se garantizó impunidad desde todos los órganos y niveles de gobierno, por lo que ante los altos niveles de inseguridad y violaciones graves a los derechos humanos,  la inversión fue disminuyendo, hubo menos generación de empleo y por ende, menos ingreso en las familias mexicanas, lo que redundo también en la disminución del índice de desarrollo humano. El gobierno del Presidente López Obrador tiene un 61% de confianza en su actuación, frente a un 36% que dice lo contrario, pero sobre todo es el Presidente que tiene un porcentaje mayor de opinión favorable, con respecto a sus homólogos de la región, como por Ejemplo Venezuela, donde el 87% de los encuestados perciben que la situación de la corrupción ha empeorado. Avanzar en el combate de la corrupción, a la que el Presidente López Obrador considera como el mal principal que ha llevado a México a encontrarse en la situación tan desfavorable que se vive, no es tarea fácil, porque las prácticas de exigir sobornos en el gobierno para compras, adjudicación de contratos y prestaciones de servicios, se había convertido en algo común, sobre todo, entre funcionarios de más alto nivel, que no se conformaban con percibir los buenos salarios, sino que llegaban al gobierno con la ambición de convertirse en millonarios de la noche a la mañana, por supuesto, contando con la complicidad de empresarios y prestadores de servicios que también participaban de los actos de corrupción. Todos los que en julio del 2018 llegaron a cargos de elección popular en algunas entidades, en el Congreso de la Unión, presidencias municipales y congresos locales, deberán asumir como suyos los compromisos del mandatario nacional, para hacer realidad su pretensión de hacer historia con un gobierno diferente a los del Partido Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que en los últimos 30 años se olvidaron de velar por los intereses de las grandes mayorías y sólo se ocuparon de trabajar para el beneficio de unos cuantos grupos, lo que incrementó los niveles de pobreza en el país y la desigualdad social.