José Martínez
Ayer fue el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Desafortunadamente esta conmemoración se asocia a las muertes de periodistas. Y con diversos amagos que padece el derecho a la información, la expresión y la comunicación.
En lugar de un júbilo viene el recuerdo de aquellos que fueron perseguidos, presionados, insultados, amenazados y –peor aún- asesinados por investigar, expresar y difundir algún tema que por lógica no gustó a una persona o grupo.
Son tiempos de encender alarmas. Estar atentos de lo que se escribe, porque existe un retroceso en la llamada libertad de expresión. La limitante por investigar se acota cada vez más. Aparte de las dificultades en el quehacer periodístico, ahora se suma la sombra de las carencias económicas.
Hablar de número de periodistas asesinados apenas ayuda. Lo ideal es continuar impulsado una ley que proteja el derecho a saber y expresar, y que en realidad se aplique. Los ataques a la prensa se convirtieron en algo común. La única defensa hasta ahora es una pluma y un papel…o las redes virtuales, efímeras y volubles.
La hostilidad hacia los periodistas, incluso el odio transmitido por dirigentes políticos en numerosos países, ha dado lugar a actos de violencia cada vez más graves y frecuentes, incrementado así los peligros que enfrenta la prensa y provocando un grado de miedo inédito en algunos lugares.
México continúa destacándose en todos los rankings internacionales por los altos índices de violencia y por cómo los mismos afectan a la libertad de prensa. La manifestación más brutal de este problema, marcado por la influencia y el poder que sectores del narcotráfico maneja en el país, se manifiesta en los números de asesinatos a periodistas.
Alarmante que un periodista de investigación llegue al grado de solicitar protección de la justicia, y aun así andar con el temor de ser ejecutado. No se puede tener serenidad cuando aún existe la tendencia de perseguir a periodistas para que revelen sus fuentes como en Canadá; se promueven proyectos de ley que afectarían el ejercicio del periodismo en Chile, Colombia y Costa Rica; se aplica en forma discriminada el derecho al olvido en Argentina, Chile y Costa Rica; se asfixia económicamente a los medios como en Bolivia; se restringe el acceso del público a la información gubernamental en casi todos los países o se criminaliza la opinión como en Perú y en Venezuela.
En Tabasco desde hace dos años se quiere trabajar desde el Congreso local sobre una ley que dé protección a la prensa. Hay diputados que un día sí y otro no sostienen que darán continuidad al tema. Aunque no dicen cómo ni cuándo. Algunos, y usted sabe sus nombres, levantan esa bandera sólo con motivos politiqueros.
Entonces, ¿qué celebrar?
HABERES
Hasta la semana epidémiológica 17, Tabasco acumuló mil 431 casos probables de dengue y hasta el momento ha confirmado 185, reportó la Secretaría de Salud federal. De igual manera en esta última semana se estimaron 685 casos nuevos. El documento emitido a través de la Dirección de Epidemiología destaca que a nivel nacional, al comparar el comportamiento de los casos con lo ocurrido a la misma fecha de corte del 2018, se observan: incrementos del 245 por ciento en casos confirmados, 380 por ciento en casos estimados y 99 por ciento en casos probable El 77 por ciento de los casos confirmados del país lo concentran: Veracruz (350), Chiapas (349), Tabasco (185), Jalisco (177) y Quintana Roo (173). La entidad también tiene un acumulado de 91 casos de dengue del tipo hemorrágico. Hay que estar alerta.
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