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Intereses mezquinos en el mercado Pino Suárez; cambiarlo de sede

Por: José Martínez

Una de las frases más ilustrativas que ahora nos puede ser útil es la expresada por el poeta chileno Pablo Neruda: nMéxico está en sus mercadosM.

Con esa descripción se encuentran los usos y costumbres de cada comunidad, porque es ahí donde convergen cada una. Además, es un centro de abasto para disfrutar cada pincelada de colores que nos dan sus frutas y verduras, así como los personajes que ahí prácticamente habitan. Un mudo en una nuez, como diría Alfonso Reyes.
La magia de sus pasillos, con sus abarrotes y locales llenos de carne, churros, tamales, tacos, jugos, veladoras, galletas y quesos.
Los mercados por lo general no están callados, es donde más voces se pueden escuchar, porque ahí está el lenguaje del pueblo, igual lleno de colorido en cada vocablo. Se debe reconocer que los mercados tienen la fuerza de una pequeña economía para un estado, porque a diario se mueve dinero.
Sin embargo, esos espacios merecen tener otra cara, porque el desgaste los va minando poco a poco, hasta convertirlos en un galerón, donde por costumbre es visitado.
Hace unos meses, el gobierno del estado atendió la petición de los locatarios y de la población para la reconstrucción del mercado Pino Suárez en Villahermosa, y para eso se presentó una maqueta de cómo quedaría. El gobierno federal, en especial la Secretaría de Hacienda, decidió apoyar este proyecto.
El inmueble constaría de 4 niveles, así como elevadores de servicios, y también para usuarios del mercado; mientras los locatarios serían reubicados en un predio en la colonia Casa Blanca. El tiempo de ejecución sería de 18 meses.
El monto estimado para la reconstrucción del mercado es de 280 millones de pesos, los cuales serán otorgados una parte por la Secretaría de Hacienda, y la parte restante por el gobierno del estado.
Ahora el problema es que los locatarios no acuerdan. Hay intereses mezquinos que no dejan iniciar la obra, porque perderían los negocios que desde hace años vienen manejando.
Por ejemplo, de José Manuel Cruz Castellanos, ex coordinador de Servicios Municipales en la época de Evaristo Hernández, fue acusado por tener el control de los baños públicos, donde cada mes pueden moverse más de doscientos mil pesos.
La paciencia se agota. No es posible que se pierda el dinero por dar gusto a pequeños caciques. No sería mala idea que se empezara a gestionar que el mercado Pino Suárez se construya en terrenos de la Central de Abasto, donde se reúnen características de amplitud, vialidad, localización y espacios para el crecimiento.
Hasta el momento el gobernador Arturo Núñez se ha mostrado tolerante y conciliador, al igual que las autoridades municipales. Han dado importancia al diálogo y la mesura. Aunque los líderes de las 14 uniones hayan rebasado el límite.
Sería un error esperar que esa paciencia se termine y los que ahora se mueven por intereses muy personales pierdan la oportunidad de darle a Villahermosa un mercado digno. Se dice que el dinero etiquetado por la federación, puede regresar a las arcas federales. Pero no se olvide que el gobernador Núñez ha mostrado capacidad de gestión y en un descuido los locatarios se queden con sus broncas.
Urge llevar a cabo el proyecto. Después de cambiarlo de la Plaza La Corregidora hace más de 50 años al lugar donde ahora está. Rn aquel tiempo se habló de una crisis de ventas. Son pretextos temporales.

HABERES

MUCHO ojo: los aumentos a la gasolina y a la electricidad pueden alimentar la rebelión popular pacífica.