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La desesperación cunde

La desesperación cunde

Felipa Nery

Miles de personas en México han tenido que recurrir a los organismos internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización de las Naciones Unidas, para que les ayuden en la búsqueda de su familiar desparecido, porque en el país las autoridades no hacen nada para procurar su búsqueda. La desaparición de personas que se acentuó en el país a raíz de la guerra que Felipe Calderón declaró al narcotráfico, no cesa, son miles de personas las desparecidas; a decir del subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, suman 40 mil 108 personas reportadas como desaparecidas, además de 26 mil cuerpos sin identificar que recibieron de la administración anterior; aunque no precisó a cuánto asciende el número de cuerpos sin identificar al día de hoy, que seguramente podrían ser ya unos 30 mil porque los asesinatos de personas en todo el territorio nacional no han terminado, por el contrario, la violencia se ha incrementado, según los reportes del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. Antonio de Leo, director en México de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, ha calificado como una “tragedia humanitaria” y una “emergencia nacional forense”, la desaparición de personas en México, durante un conversatorio sobre construcción de paz y derecho a la verdad, con familiares de personas desaparecidas de todo el país. El funcionario de la ONU dijo que el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas ha remitido un total de 56 mil 363 casos a 112 Estados, y México se ubica entre los 10 países con más casos remitidos a nivel internacional, por lo que señaló, que “de nada valdría reconocer que toda persona tiene derecho a la justicia si en realidad dicho acceso no es efectivo”. No podemos reclamar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que nos solucione el problema que en dos sexenios no solucionaron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero sí preocupan los hechos que observamos en distintas partes del país, incluido Tabasco, donde miembros del Ejército Mexicano son sobajados por personas de las comunidades cuando estos intervienen en la detención de alguna persona. Por supuesto que no somos de las voces que exigen que el ejército dispare a diestra y siniestra, pero esta situación de cachetear a militares, escupirles en la cara, patearlos, no puede seguir creciendo, recordemos que se creó la Guardia Nacional para sustituir al ejército en las calles, contra quienes existían todo tipo de denuncias por violaciones graves a los derechos humanos de los mexicanos en su actuar, eso es real, pero no se puede permitir que los grupos de delincuentes se sigan empoderando y pisoteando la honorabilidad del ejército al que el Presidente López Obrador ha reconocido por su valentía para defender al país. Pisoteando a los militares no lograremos que cesen las desapariciones forzadas, los feminicidios, los secuestros, las cuotas que se imponen a los negocios, ni los asaltos a mano armada en las calles. La estrategia se tiene que reconsiderar.